Un profesor despliega en sus clases un humor irónico y por momentos sádico, en la creencia de que sus alumnos se beneficiarían con este estilo docente. En ocasiones sus comentarios llegan a ser ofensivos, incomodando a sus alumnos y provocando en ellos sentimientos de enojo y/o vergüenza. Su repertorio incluía apreciaciones sarcásticas y degradantes acerca de mujeres, personas afroamericanas, judíos y homosexuales.
Comentario:
La modalidad adoptada por el docente como recurso didáctico es objetable.
La persistencia en el uso del humor irónico para referirse a ciertas minorías es la expresión de prejuicios discriminatorios del docente, cuya consecuencia es un clima inapropiado de trabajo.
Tal conducta ofensiva hacia los diferentes puede ser ubicada como una actitud de hostigamiento.
De este modo el profesor degrada el vín- culo docente-alumno, en la medida que pierde autoridad frente a los estudiantes. Por lo tanto, tal conducta alcanza al conjunto de los estudiantes aunque no estén ellos involucrados personalmente en las ofensas referidas.